Recomponer tu corazón hecho jirones es complicado. Llegar a
tu alma dormida es agotador.
Cien veces, como dice la canción, intentaste curar tu
ceguera. Cien veces tropezaste con la misma piedra.
Recomponer mi corazón hecho pedazos es difícil. Llegar a mi
alma escondida es casi imposible.
Cien veces, como dice la canción, me caí en mi intento de
correr. Cien veces tropecé con la misma piedra.
No creo que quiera llegar a ti. Tú no eres capaz de
llegar a ninguna parte…
La palabra fe, como dice la canción, se fue gastando. Cien
veces tropezamos con la misma piedra.
No me necesitas. No te necesito. No puedo rescatarte más.
Me quité mi armadura. Me bajé del caballo. Me senté en la
acera a llorar, agotada.
Y la lluvia limpió mi alma escondida… y cerré mi
puerta.
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